Chachapoyas

La cultura de Chachapoyas o civilización chachapoya fue una de las culturas superiores del Perú antiguo. Los chachapoyas (también llamados sachapcollas o collas de la selva), moraban al sureste de los bracamoros, sobre la margen derecha del río Marañón. Su desarrollo tuvo como centro el valle de Utcubamba, topónimo que puede ser traducido por ‘territorio de utcu (‘agujeros’ o ‘cuevas’). Probablemente se extendieron por el sur hasta el Abiseo, afuente del Huallaga, donde se levanta la ciudadela de Pajatén. En efecto, las noticias que consigna el Inca Garcilaso de la Vega refieren que el territorio de los chachapoyas era tan extenso que le «pudiéramos llamar reino porque tiene más de cincuenta leguas de largo por veinte de ancho, sin lo que entra hasta Muyupampan que son treinta leguas de largo.
 Para una interpretación adecuada de esta información, diremos que una legua corresponde a cerca de cinco kilómetros. Los chachapoyas habrían sido conquistados por los incas en tiempos del gobernante Tupac Inca Yupanqui.
Ubicación geográfica
Mapa de la cultura chachapoyas.
Esta civilización preincaica se desarrolló en la cuenca del río Utcubamba, en la Selva Alta. El extenso territorio que ocupaban, con más de 300 km de longitud y una altura de hasta 3500 msnm (metros sobre el nivel del mar), tenía como límites las zonas de Bagua por el norte, el río Marañón por el oeste, el río Huallaga al este y por el sur, al río Abiseo.
Origen de los chachapoyas
La cultura chachapoyas propiamente dicha, posiblemente tuvo sus inicios en el siglo VIII. Debió alcanzar su fase de florecimiento a partir del siglo XI. Hacia 1470 su independencia política quedó afectada por la expansión del Imperio incaico, que los conquistó. Los españoles llegarón al Perú a principios del siglo XVI y los conquistaron.
 Su territorio se extendía de norte a sur casi 400 kilómetros, desde el río Marañón en la zona de Bagua, hasta la cuenca del Abiseo, donde se encuentra la ciudadela de Pajatén, y aún más al sur hasta el río Chontayacu. Abarcaba así la parte sur del actual departamento de Amazonas y sectores del noroeste del departamento de San Martín, como también espacios del extremo oriental del departamento de La Libertad.
 Su población se estima en hasta 400 000 indígenas al momento de llegar los españoles esta se redujo a unos 30 000. Los chachapoyas descenderían de inmigrantes cordilleranos culturalmente andinos, que modificaron su cultura ancestral en el nuevo medio, asimilando rasgos amazónicos.
 Dado que los incas y los conquistadores españoles fueron las principales fuentes de información sobre los chachapoyas, hay poco conocimientos acerca de los chachapoyanos que sea de primera mano. Escritos y documentos por los principales cronistas de la época, como el Inca Garcilaso de la Vega, se basaron en cuentas fragmentarias de segunda mano. Es así que gran parte de lo que sabemos acerca de la cultura chachapoyas se basa en evidencias arqueológicas de sus ruinas, cerámicas, tumbas y otros artefactos chachapoyanos.
 La cultura chachapoyas fue conocida desde los inicios de la conquista española en el Perú, por ello es que no existe persona a quien se adjudique el titulo de descubridor de la cultura chachapoyas. Aunque si existen descubridores de ciudades o fortalezas de los chachapoyas, como la fortaleza de Kuelap denominada por su descubridor, Juan Crisóstomo Nieto, «Torre de Babel peruana» por su imponente altura.
Desarrollo
Podría decirse que los chachapoyas fueron uno de los pioneros del sistema de siembra en terrazas, ya que debido a las dificultades geográficas en las que vivían para desarrollar una actividad agrícola adecuada, se vieron obligados a crear un sistema de terrazas o andenerías, anterior al de los Incas, con canales de irrigación y sistemas de drenaje, que les permitió cultivar papa, maíz, yuca, ajíes, coca, etc. También fueron famosos por su arquitectura, la cual estaba caracterizada por enormes construcciones circulares de piedra, decoradas con frisos y cubiertas por murallas defensivas. Estas obras presentan cornisas de piedras grandes y planas que sobresalen sobre la superficie de bases altas, con unas rampas inclinadas o escaleras en dirección hacia la entrada.
Desarrollaron además un lenguaje simbólico con figuras geométricas que incluía triángulos, rombos, serpenteadas y ornamentos cuadrados que adornaban los frisos de piedra de estas viviendas circulares.
Ejemplos que confirman este tipo de edificaciones, son las de Olán, Yalapé, Purunllacta, Vira Vira, Pajatén y otras, teniendo como la más prominente al monumento de Cuélap, una edificación que cuenta con un muro de casi 600 m de largo y que llega a alcanzar hasta 20 m de altura.
Esta cultura también desarrolló la práctica funeraria para despedir a sus seres queridos. Para ello se valió de dos tipos de enterramientos colocados en lugares inaccesibles. Uno, fue el mausoleo de piedra labrada, que no eran más que grandes grupos de construcciones cuadrangulares con techo a dos aguas, cornisas y nichos cuadrangulares o en forma de T. El otro fue el sarcófago, bóveda cilíndrica o cónica que cubría al difunto, que se encontraba en posición de cuclillas y envuelto con tejidos.
 Destrucción de una sociedad
Cuando las huestes de Tupac Inca Yupanqui llegaron al reino de los chachapoyas, estos estaban constituidos por grandes provincias controladas cada una por poderosos caciques, independientemente entre sí.
Estos pequeños reinos contaban con el mismo idioma y costumbres, así como también la misma forma de cultivar. Ocasionalmente los miembros de cada señorío se reunían para celebrar alguna ceremonia religiosa o para defenderse del ataque de sus enemigos.
Esta jerarquía sociopolítica, cuyas estructuras habitacionales estaban por encima de las 400, presentaba una organización regida por Curacas (Señores). La región Chachapoyas estaba dividida por curacazgos de diferentes tamaños, los cuales podían ser definidos como subgrupos dentro del grupo étnico principal. Estos señores principales permanecían en el poder por tiempo indefinido.
 Para que el imperio de Tupac llegara a controlar a plenitud esta civilización en el año 1480, pasaron varios años de constantes luchas. Resistencia que los chachapoyas le agradecen en parte a sus antiguos rivales ―el Imperio huari y el Imperio tiahuanaco― que los obligó a construir fortalezas y murallas defensivas.
 Luego de doblegar a los guerreros chachapoyanos y establecer nuevas costumbres, Tupac, previendo posibles levantamientos rebeldes, ordenó instalar poderosas guarniciones en la comarca y trasladó a los grupos hacia un lugar cerca del Cuzco, donde les dio la opción de contar con un terreno para construir sus viviendas y poder labrar la tierra.
 Sin haberse resignado aún a la derrota, los curacas chachapoyanos, se aliaron para destruir el Imperio Inca, a un nuevo y poderoso enemigo, los españoles. En agosto de 1533 Francisco Pizarro, acompañado de su escasa tropa y auxiliares quechuas, parte hacia el Cuzco, protagonizándose así la batalla que determina el final del Imperio incaico y el comienzo de un nuevo reinado.
 Etimología del término
Chachapoya: ‘gente de las nubes’, siendo chacha: ‘gente’ y phuias: ‘nubes’ (en aimara).
Chachapoya: ‘árboles en las nubes’, siendo sacha: ‘árbol’ y puias: ‘nubes’ (en quechua).
Chachapoya: ‘lugar de varones fuertes’, según el Inca Garcilazo de la Vega.
Chachapoya: ‘monte de nubes’, según el sacerdote Millán de Aguirre.
Chachapoya: ‘personas de los bosques de nubes’, ‘gente que habita en las nubes’ o ‘guerreros venidos de las nubes’, según el antropólogo Pether Tomas Lerche.
 Manifestaciones culturales
Cerámica
La cerámica chachapoya fue, en general, bastante sencilla, especialmente si se la compara con las artes textiles, en que los artesanos locales destacaron. La mayoría de la cerámica encontrada es utilitaria, trabajada con la técnica de rollos o sencillamente formando la masa de arcilla con los dedos.Las técnicas de decoración empleadas fueron:aplicación,estampado, punteado y técnica incisa.
 Textilería
En el trabajo en textiles utilizaron básicamente el algodón y en menor proporción la lana de llama y alpaca. El telar de cintura fue lo más empleado. En la Laguna de los Cóndores se han hallado textiles de buena calidad que sirvieron para envolver las momias en el tiempo de los Incas.
Los chachapoyas fueron también eximios tejedores, como lo demuestran los hallazgos realizados en la margen derecha del Pisuncho, en Carajía, en la Laguna de las Momias.
 Arquitectura
Las construcciones habitacionales y monumentales son circulares con bases altas, cornisas de piedras grandes y piedras planas sobresaliendo sobre la superficie de las bases. Poseen rampas inclinadas o escaleras, dirigidas hacia la entrada. Los complejos arquitectónicos de Olán, Yalapé, Purunllacta o "Monte Peruvia", Congón (rebautizado como Gran Vilaya), Vira Vira, Pajatén y otros. Pero Kuélap es, sin duda, el monumento más grandioso, de casi 600 metros de largo y muros que alcanzan 20 metros de alto.
 También la arquitectura funeraria caracteriza a la cultura Chachapoyas e incluye dos tipos de sepulturas: el sarcófago y el mausoleo. El sarcófago es una evolución del fardo funerario que se expresa en espacios cordilleranos y costeños de los tiempos Tiahuanaco-Huari.
 Destaca la fortaleza de Kuelap y las momias encontradas allí y los Sarcófagos de Carajía (costumbre de los chachapoyas de enterrar a sus muertos en sarcófagos, ataúdes cuya forma sigue el contorno de la figura humana).
 Escultura
Esculpieron la piedra con figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas, crearon frisos decorativos, cabezas clavas, trabajos en mampostería, pisos de laja y diversos símbolos que hasta el día de hoy son un enigma.
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