Agustín Rojas Baca
Alejandro Alayza
Alejandro Alayza es uno de los artistas más valiosos de la generación de los años setenta. Su pintura depende del silencio meditativo y del oficio cotidiano del pintar.
Alayza pinta lo figurativo y mantiene una coherencia a través del tiempo. En su pintura, cada trazo construye un espacio estético, sobre fondos llenos de luz. Sus temas, aparentemente sencillos, y engañosamente ingenuos, son bodegones, paisajes, personajes, flores… escenas campestres y cotidianas que vuelca en el lienzo con habilidad y maestría. Sus trabajos son una reflexión de la situación humana a través una composición rigurosa y sólida, de los juegos de luces y del detalle de una paleta cargada en color que le ha permitido crear una mística de la pintura, que es su pasión.
El color, fuerte y puro, juega un papel importante en la obra de Alayza, quien cubre la superficie del cuadro con pinceladas cortas, breves y espesas que acentúan las figuras y ahondan los espacios. A través de la luz que impregna sus cuadros, particularmente en esos azules que van desde el turquesa hasta la oscuridad, podemos descubrir en su pintura la atmosfera de un mundo más allá de la realidad cotidiana que su obra aparentemente retrata.
Alayza parte de la sencillez para elaborar una obra que estudia la pintura con rigurosidad y hace de esta propuesta un manifiesto del compromiso del artista con su trabajo, y a través de este nos invita a transitar de lo sensible a lo espiritual.
Alayza estudió en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Católica del Perú, bajo la dirección de Adolfo Winternitz, en la especialidad de pintura. ha ejercido el decanato de facultad de arte de la Universidad Católica en dos períodos y gran parte de su vida ha compartido entre la pintura y la docencia.
Alejo Alayza ha expuesto con regularidad en muestras individuales, bienales y colectivas, en el Perú y en el extranjero, y su obra forma parte de colecciones nacionales y extranjeras.
Alayza ha recibido diversos premios, entre los que cabe destacar el Premio Gabriela Mistral, que le fue otorgado por la Organización de los Estados Americanos en 1997.
FERNANDO DE SZYSZLO
Fito Espinosa
Fito Espinosa (Lima, 1970). Artista plástico peruano de amplia trayectoria, desde el año 1994 es merecedor de numerosos premios y reconocimientos. Ha realizado once exposiciones individuales, en la galería Cecilia González, Lima (La trama de la trampa, 1997); cinco de ellas en la galería Forum, Lima (El hombre dividido, 2000; Malaespina, 2002; Mecanix, 2004; Chico Lunar, 2007; y Te llevo en mi universo, 2009); dos en la galería Índigo, Lima (Puentes, 2013; Sueños abiertos, 2015); y dos en el CCPUCP, Lima (Luz artificial, 2008; Introspectiva 1995 – 2015). Igualmente, Fito ha participado en diversas exposiciones colectivas dentro y fuera del Perú en países como Argentina, Chile, Colombia, Venezuela, Alemania, Italia y Estados Unidos.
El trabajo de Fito Espinosa en la especialidad de Pintura se ha ido consolidando con el paso de los años, convirtiéndose en un referente estético, plástico y gráfico para las generaciones posteriores. Como ejemplo de ello, el artista presentó en el CCPUCP a finales del 2015 su exposición retrospectiva “Introspectiva 1995 – 2015, la cual reunió un total de 45 lienzos de diferentes épocas y colecciones privadas, cuadernos de bocetos y dibujos originales.
Igualmente, el artista encuentra en el soporte impreso una plataforma para comunicar su particular universo, desarrollando una amplia serie de ilustraciones y grabados que conforman su obra gráfica.
De allí salta al mundo editorial publicando sus libros ilustrados “Luz Artificial” (2007) editado por Santillana, “El mundo invisible” (2010) por Polifonía Editora, álbum ilustrado que ya va por su quinta edición, y “El capitán de los cielos intermedios” (2012) una vez más con Polifonía Editora.
Además, Fito Espinosa ha compaginado su labor artística con la docencia en la facultad de Arte y Diseño Gráfico de la Universidad San Ignacio de Loyola de Lima entre el 2003 y 2008 y lo hace actualmente con su aporte como ilustrador en diversas publicaciones, medios de comunicación y campañas publicitarias.
GERARDO CHAVEZ
- Unidad: Desde un punto de vista onírico, posee elementos interrelacionados como los niños, los colores, el carrusel, los caballitos de juguete, etc.
- Organización de espacio: Se aprecia una aglomeración de elementos dentro de un espacio muy reducido, no existe una distribución adecuada.
- Centro de Interés: Son, en la mitad izquierda, el niño encima del caballo y, en la mitad derecha, el ser cadavérico de negro encima de otro caballo.
- Simetría o Asimetría: La obra presenta un equilibrio de las mitades por el balance de los elementos presentados.
- Contrastes y Armonía de Contrastes: La pintura presenta muchos contrastes y entre todos ellos se aprecia una armonía, pues se aplican colores primarios, básicamente, fuertes y vivos que generan alegría.
- Círculos Cromáticos: Presencia de colores vivos, intensos, fuertes, de contraste.
- Ritmo y Movimiento: La pintura, posee movimiento, acción y dirección.
- Recorrido Visual: La imagen nos lleva primero desde los centros de interés de las 2 mitades, antes mencionadas, hacia el contorno del carrusel y sus alrededores.
- Esquemas Compositivos: Usa esquemas compuestos, pues aplica el esquema circular, para el carrusel, el rectangular, etc.